Capilla de San José

El edificio de la ermita muestra dos partes claramente diferenciadas: la capilla propiamente dicha, de sección semicircular, y una serie de dependencias de planta rectangular. El gran arco de la fachada está ocupado en su mitad inferior por la amplia puerta plegable es habitual que los asistentes sigan los oficios desde el exterior  y la superior por una cristalera en cuyo centro tiene un panel adornado por una cruz. Esta cristalera y las alargadas ventanas laterales proporcionan una abundante iluminación natural al interior, presidido por un crucifijo metálico.

La Ermita de San José mantiene culto habitual en verano y es compartida por la iglesia católica y la anglicana, ya que en la zona existe un gran número de residentes británicos.